A partir del sexto mes aproximadamente los bebés ya son capaces que mantenerse sentados por sí solos, llegado este momento la trona será un elemento indispensable en nuestro día a día para poder darles de comer e incluso para que jueguen o dibujen según vayan creciendo.

Es un accesorio al que le daremos mucho uso durante sus primeros años por lo que hay que saber bien qué es lo que buscamos para elegir bien nuestra trona.

En el mercado hay muchos tipos de tronas, fabricadas con diferentes tipos de materiales (madera, plástico, aluminio o un combinado de estos materiales). Normalmente, el condicionante fundamental que tienen todos los padres a la hora de elegir un modelo u otro  es el espacio.

Si no tenemos ningún problema de espacio, podemos optar por tronas de madera, que son más robustas y pesadas y dan un toque más clásico, pero si por el contrario tenemos que mirar más por el espacio que va a ocupar nuestra trona o si, por ejemplo, tenemos intención de usarla en varias estancias de la casa (cocina, salón, etc.) lo más habitual y extendido hoy en día son las tronas plegables.

 

Este tipo de tronas son muy cómodas, cuando no las estamos utilizando las podemos plegar fácilmente, ocupan poco espacio y además sus materiales son fáciles de limpiar y sus partes textiles son desenfundables para facilitar su limpieza.

Esta es una característica clave porque recordemos que las tronas las vamos a utilizar sobre todo para dar de comer a nuestros bebés, primero ayudándoles nosotros pero luego comerán por sí solos, por lo que la facilidad de su limpieza es algo clave.

 

La trona y sus elementos
 

Las tronas de hoy en día suelen tener los siguientes elementos.

  • Arnés de sujeción: es indispensable para la seguridad del bebé (suelen ser de cinco puntos)

  • Respaldo reclinable: permite reclinar el respaldo de la trona en distintas posiciones (resulta útil si el bebé se queda dormido en ella, por ejemplo)

  • Asiento regulable en altura: resulta muy útil porque de esta manera lo podremos adaptar a cualquier tipo de mesa que tengamos y que el niño pueda comer en la mesa de adultos o incluso, en su posición más baja, puede usarse como asiento.

  • Reposapiés: para que el niño esté más cómodo en la trona

  • Ruedas: son básicas para poder desplazar la trona por la casa con facilidad. (Deben llevar frenos para evitar accidentes)

  • Bandeja: para poder dejar la vajilla del bebé, biberón, etc. Sus tamaños varían, las bandejas más anchas son más cómodas si queremos que el niño desarrolle diferentes actividades en la trona según vaya creciendo como, por ejemplo, dibujar. Las tronas que tienen sistemas de bandeja extraíble resultan muy cómodos para facilitar la limpieza.


Tronas básicas
 

Son tronas que tienen los elementos más básicos que podemos necesitar: son de estructura de aluminio, con vestidura y bandeja integradas.

Tienen arnés, normalmente de cinco puntos, son bastante ligeras y tienen un sistema de plegado fácil y rápido (las hay que tienen incluso doble sistema de plegado para que ocupe menos espacio, resultan ideales si, por ejemplo, las tenemos que guardar en la cocina y que no ocupen mucho)

Tronas evolutivas
 

Tienen los mismos elementos que las tronas básicas, pero su estructura es un poco más robusta, y su característica fundamental es que se pueden regular tanto en altura como en su respaldo, para poder adaptar su uso según vaya creciendo el bebé.
Las podemos regular en altura para poder adaptarlas a las mesas de adulto y que el niño pueda comer en la mesa con toda la familia o bien podemos utilizarla a modo de butaca y que el niño pueda subir y bajar de ella solo cuando sea más mayor.

La bandeja se puede regular en tres posiciones y la parte textil suele ser desenfundable y estar hecha con materiales que faciliten la limpieza de manera rápida y eviten la permeabilidad si, por ejemplo, se vierten líquidos en ella.

Tronas pupitre
 

Se trata de tronas de mesa multiposiciones fabricadas en plástico y cuya característica fundamental es que se pueden convertir fácilmente en pupitres, con su silla y mesa, para que el niño lo use cuando sea más mayor.
Son más anchas y robustas que las tronas plegables, las bandejas tienen mayor capacidad y suelen ser extraíbles en su parte superior para que se puedan limpiar mejor.

El respaldo se puede adaptar a tres posiciones diferentes para una mayor comodidad del niño. La parte textil igualmente es desenfundable y fácil de limpiar.

Aunque estas tronas ocupen más, son bastante interesantes porque alargaremos mucho su uso y además nos evita en el futuro comprar por separado un pupitre puesto que ya viene incorporado.

Tronas elevadoras
 

Si el espacio es realmente un problema, existen modelos de tronas elevadoras que se pueden adaptar fácilmente a cualquier tipo de silla de adultos.
Hay modelos plegables que están fabricados en plásticos pvc, tienen resposabrazos, bandeja y arnés.

Se adaptan a las sillas mediante unas cintas de sujeción y tienen unas pequeñas patas con gomas antideslizantes para una mayor sujeción y seguridad.


  .Hay otros modelos de tronas elevador que son blanditas, fabricadas íntegramente forro textil desenfundable y lavable. También son plegables y se adaptan  a la silla de adultos mediante cintas de sujeción

 

Ambos tipos de modelos de tronas elevadoras son realmente útiles porque ocupan poco espacio, son ligeras y plegables, de manera que las podemos llevar siempre con nosotros y son de gran utilidad durante las vacaciones o si se tiene una segunda residencia.
 

En definitiva, son muchos los tipos de tronas que podemos encontrar, todas ellas con diferentes diseños y coloridos, se trata de buscar un producto que realmente se adapte a nuestras necesidades, a las de nuestro bebé y al uso que le pretendamos dar en un largo plazo.